Todos sabemos que la Tierra está situada en el espacio en el llamado sistema solar. El sistema solar está formado por el Sol y todo lo que orbita a su alrededor, incluidos los planetas, las lunas, los asteroides, los cometas y los meteoritos. La lista de planetas que están en el sistema solar es bien conocida y está formada por (de más cerca a más lejos del Sol): Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Muchos estaréis pensando que nos estamos dejando Plutón, el más alejado de los planetas, y estaríais en lo cierto hasta el año 2006. Sin embargo, a partir de este año, Plutón ya no se considera un planeta sino un “planeta enano”. Las razones de este cambio y una descripción más detallada de los planetas enanos serán motivo de otro post próximamente. Pero hoy nos vamos a centrar en Urano, uno de los planetas más alejados de la Tierra y que todavía hoy en día encierra muchos misterios por descubrir.
Es precisamente esta falta de datos acerca de Urano la que está impulsando a la NASA a pensar seriamente en lanzar una misión para estudiar Urano en detalle. Y es que Urano ha sido descuidado durante largo tiempo por las misiones espaciales. Esto parece que se va a remediar próximamente ya que un informe encargado por la NASA y realizado por un panel de expertos de todo EEUU, concluyó que la NASA debería enviar una misión para estudiarlo con detenimiento. La misión a Urano sería la primera desde que la nave espacial Voyager 2 (actualmente, junto a su gemela Voyager 1, en el espacio interestelar, es decir, más allá del punto donde el flujo constante de material solar y su campo magnético dejan de afectar a lo que les rodea) estuvo de paso a su lado en 1986 (ver imágenes tomadas por la Voyager 2 y otras de Urano). Esta nueva expedición podría revelar cómo se formaron y evolucionaron el planeta, sus anillos y sus lunas durante miles de millones de años.
Urano está lleno de misterios científicos, como por qué gira casi de lado (su eje de rotación, en vez de estar vertical como el de la Tierra, está girado 90° y es casi paralelo a su movimiento de translación), cómo desarrolló un campo magnético complejo o por qué su atmósfera exterior es extremadamente fría, con temperaturas de 216 grados bajo cero. En términos más generales, el estudio de Urano podría proporcionar información sobre los planetas que orbitan alrededor de otras estrellas; de los más de 5.000 exoplanetas conocidos, los más comunes son del tamaño de Urano. Lo cierto es que la comunidad científica lleva tiempo pidiendo una misión o Urano o Neptuno, que también fue visitado por última vez por la Voyager 2, en 1989. Ambos planetas son «gigantes de hielo», formados por grandes cantidades de material helado que se arremolina alrededor de un pequeño núcleo rocoso. Ambos planetas fueron candidatos para la misión, pero Neptuno no pasó el corte pues una misión a Urano es tecnológicamente más viable en este momento. La misión a Urano podría lanzarse a bordo de un cohete comercial Falcon Heavy, un tipo de vehículo de lanzamiento que ya está operativo (ver imagen adjunta). El lanzamiento no sería antes de 2031, fecha en la que se podría tener diseñada y construida la nave espacial (no confundir nave espacial con cohete; el cohete transporta a la nave espacial al espacio donde esta se desacopla y comienza su viaje de forma autónoma).
El informe propone una misión que lanzaría una sonda hacia Urano para estudiar fenómenos casi únicos de este planeta como el origen de los poderosos vientos que soplan a través de su atmósfera, compuestos de hidrógeno, helio y metano. La nave espacial pasaría años volando alrededor del planeta, recopilando observaciones sobre características como el campo magnético que probablemente alimenta las brillantes auroras de Urano. La misión también exploraría algunas de las 27 lunas (las lunas, también conocidas como satélites naturales, orbitan planetas y asteroides en nuestro sistema solar) conocidas de Urano, como Titania y Oberón, que son lo suficientemente grandes como para tener agua debajo de sus superficies heladas.
Si la NASA finalmente decide realizar una misión a Urano, que podría costar hasta 4200 millones de dólares, podría encontrar un socio en la Agencia Espacial Europea (ESA). En 2021, la ESA publicó un estudio de sus objetivos a largo plazo que incluía una propuesta de asociación con otra agencia espacial para estudiar un planeta gigante de hielo como Urano. En el informe de EEUU se incluyen también otras propuestas de menos prioridad como una misión la luna Encélado de Saturno, que tiene columnas de agua que brotan de un océano enterrado (ver imágenes adjuntas). Esa misión enviaría un módulo de aterrizaje a la superficie de Encélado para recoger material depositado por una de las columnas y buscar evidencia de vida. A su vez el informe analizó también los preparativos de la NASA para defender la Tierra de los asteroides asesinos. Aconseja a la agencia que lance una misión para detectar asteroides cercanos a la Tierra lo antes posible, un proyecto que la NASA anunció recientemente que retrasaría dos años, hasta 2028, para ahorrar dinero.






