La terapia contra el cáncer que frena la enfermedad durante más de una década

Cuando uno lee este titular puede pensar que es una más de los muchos que van apareciendo en los últimos años que nos anuncian avances en el tratamiento del cáncer. Sin embargo, ninguno de los anteriores nos hablaba de los espectaculares resultados del novedoso tratamiento llamado “terapia de células CAR-T”. Y lo cierto es que dos de las primeras personas tratadas con dicha terapia están 12 años después todavía en remisión, es decir, que no presentan rastros del cáncer cuando son examinados por sus médicos.

Una de estas personas es Doug Olson que padecía leucemia linfocítica crónica, un tipo de cáncer incurable y que le auguraba unos pocos meses de vida. Sin embargo, acepto ser tratado hace 12 años, como último recurso, con una terapia experimental que para él era totalmente desconocida. Su sorpresa fue mayúscula cuando solo unas semanas después su médico le anunciaba que no había sido capaz de encontrar una sola célula cancerosa en su cuerpo. Era el año 2010 y Doug fue una de las primeras personas en recibir el tratamiento llamado “terapia de células CAR-T”.

Dicho tratamiento, desarrollado por un equipo de científicos de la Universidad de Pennsylvania en Philadelphia (Pennsylvania, EEUU), convierte a las células inmunitarias introducidas en el organismo del paciente, previamente modificadas genéticamente, en cazadores de tumores. En un principio el equipo de trabajo buscaba, únicamente, que las células introducidas sobrevivieran durante un mes en su cuerpo. No se esperaban para nada que más de diez años después, las células inmunitarias continuaran patrullando la sangre de Olson y permitiéndole permanecer libre de cáncer desde entonces. Estos resultados son suficientemente sólidos para concluir que las células CAR T pueden realmente curar a los pacientes con leucemia.

Las terapias con células CAR-T implican modificar genéticamente las llamadas células T de una persona con cáncer. Las células T, también llamadas linfocitos T o timocitos, son un tipo de glóbulo blanco y forman parte del sistema inmunitario. Se desarrollan a partir de células madre en la médula ósea y ayudan a proteger el cuerpo de infecciones. Son parte fundamental de la respuesta inmunitaria adaptativa y por ello están ahora mismo muy de moda pues son claves en la inmunidad con en COVID-19 con el paso del tiempo. Estas células son modificadas de tal manera que producen proteínas, llamadas receptores de antígenos quiméricos o CAR, que reconocen las células cancerosas. Luego, las células modificadas se reintroducen en la persona, con la esperanza de que busquen y destruyan los tumores. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU (FDA) aprobó cinco terapias con células CAR-T para tratar leucemias (proliferación incontrolada de una población anómala de células de la sangre que se infiltran en la médula ósea impidiendo la formación de las demás células normales y que además invaden la sangre y otros órganos), linfomas (tumor maligno en los ganglios linfáticos o, dicho de una manera más precisa, transformación tumoral de los linfocitos, que son las células principales de los ganglios linfáticos) y mielomas (afecta a las células plasmáticas, que son un tipo de glóbulo blanco localizado principalmente en la médula ósea que son las encargadas de la producción de anticuerpos o inmunoglobulinas).

En estos últimos 12 años, decenas de miles de personas han recibido tratamiento con células CAR-T. Pero esta terapia es cara, arriesgada y técnicamente exigente. Sigue siendo el último recurso, para ser utilizado cuando todos los demás tratamientos han fallado. A pesar del éxito del tratamiento en algunas personas como Doug, no todos experimentan una remisión duradera de su cáncer. Al principio, solo entre el 25% y el 35% de los receptores de células CAR-T con leucemia linfocítica crónica experimentaron una remisión completa de su cáncer. Con el refinamiento de la terapia, ese porcentaje ha aumentado a lo largo de los años, pero algunos de pacientes todavía sufren recaídas. El seguimiento del tratamiento a largo plazo podría revelar pistas sobre qué factores son importantes para el éxito duradero de las células CAR-T. Durante más de diez años, los investigadores analizaron las células CAR T en Olson y otra persona tratada en 2010, rastreando la evolución de las células y buscando signos de problemas de seguridad. Encontraron que las células CAR T persistieron, pero las características de la población cambiaron con el tiempo. Poco después haber sido introducidas, surgió una población prominente de células T denominadas células CD8+. Estas, a veces, se denominan células T asesinas y pueden identificar y destruir células que muestran proteínas inusuales, como células cancerosas o células infectadas con un virus. Sin embargo, a lo largo de los años, un tipo diferente de célula CAR T se volvió dominante. Las células T CD4+ pueden asumir una variedad de funciones en el sistema inmunitario, pero los investigadores demostraron que ambos pacientes habían desarrollado células CD4+ con características que les permitían matar células leucémicas.

Doug Olson y el otro paciente no presentan signos de leucemia hoy en día. No está claro si las células CAR T mataron a todas las células de leucemia poco después de su introducción, o si las células continúan patrullando y son capaces de destruir cualquier célula de leucemia antes de que alcancen niveles detectables. Queda por ver, como se extrapolan estos hallazgos a otros tipos de cáncer. Se están realizando esfuerzos para utilizar enfoques de células CAR-T para tratar tumores sólidos, como los tumores de próstata y el devastador cáncer cerebral glioblastoma. En enero de este año, los investigadores informaron sobre el éxito que supuso el uso de las células para destruir tejido cicatricial en el corazón, un enfoque que algún día podría usarse para tratar la fibrosis cardíaca. Ahora Doug Olson ha decidido hacer pública la historia de su recuperación y servir como mentor para otras personas con cáncer. Él trata de darles esperanza y dice que «si no hay una cura para su cáncer hoy, hay una posibilidad razonable de que a la vuelta de la esquina habrá una».

Esperemos que así sea Doug.

https://elpais.com/ciencia/2022-02-02/dos-de-los-primeros-pacientes-tratados-con-car-t-llevan-mas-de-10-anos-curados-de-sus-leucemias.html

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