PREGUNTAS CONCIENCIA #11

Si como todo hace indicar el COVID-19 se va a convertir en una endemia, ¿significa esto qué va a ser inofensivo?

Hace unos días, en otro post comentábamos que muy probablemente la actual pandemia de COVID19 pasara a ser en un futuro cercano considerada como una endemia (enfermedad que permanece en el tiempo y afecta a una región o grupo de población claramente definidos, como por ejemplo la gripe estacional que aparece periódicamente y afecta a grupos grandes de población). Ahora bien, ¿el hecho de que sea considerada como endemia significa que deja de ser peligrosa? 

La respuesta a esta pregunta depende mucho de lo que consideremos como “peligroso”. Si catalogamos solamente como peligrosas aquellas enfermedades cuya tasa de mortalidad (número de personas que fallecen respecto al numero de infectados) es alta, entonces la respuesta es que si, el COVID19 dejara de ser peligroso porque matara a mucha menos gente que a día de hoy. Pero si definimos cómo peligrosas aquellas enfermedades que son potencialmente mortales, especialmente para determinados grupos de población, la respuesta cambia: el COVID19 seguirá siendo peligroso y preocupante. Esta ultima respuesta puede resultar un poco chocante máxime cuando todos estamos viendo la luz al final del túnel de la pandemia actual. Sin embargo, una solo tiene que mirar los datos de muertes anuales de enfermedades que consideramos “inofensivas” para darse cuenta que, en realidad, no lo son tanto. Por ejemplo, la gripe común, esa a la que todos le quitamos importancia mata anualmente a entre 290000 y 650000 personas al año. La malaria, que tampoco esta vista cómo algo preocupante mato a 600000 personas en 2020. Esto son solo dos ejemplos de que las endemias pueden resultar potencialmente mortales. Es cierto que muchas veces no les damos la importancia que merecen porque a las personas jóvenes y sanas no les afecta demasiado, pero eso no quita para que en ciertos grupos de población y en personas de riesgo puedan ser potencialmente mortales.

Este parece ser el camino del COVID19, convertirse en algo parecido a una gripe o a un resfriado común. Pero también, y no lo olvidemos, en algo parecido a fiebre de Lassa (fiebre hemorrágica causada por el Lassa virus que se transmite a los humanos a través del contacto con rata común africana u objetos domésticos que resulten ser contaminados por los excrementos de la misma o a través del contacto directo con sangre u otros líquidos corporales de los enfermos), la malaria o la poliomielitis, todas ellas también enfermedades endémicas. son endémicos Otras de las que era también endémica era la viruela, pero por suerte las vacunas la erradicaron. 

Afirmar que una infección se volverá endémica no dice nada sobre cuánto tiempo puede llevar alcanzar la estabilidad de casos, cuales serán las tasas de mortalidad o, lo que es más importante, qué parte de una población y qué sectores serán susceptibles. Tampoco sugiere una estabilidad garantizada a largo plazo: todavía puede haber oleadas de infecciones endémicas, cómo se vio con el brote de sarampión en EE. UU. en 2019. Las políticas de salud y el comportamiento individual determinarán qué forma, entre muchas posibilidades, adopta la COVID-19 endémica y cuánto tardamos realmente en alcanzar este estado. 

Obviamente la vida tiene que volver a la normalidad cuanto antes. Pero esta vuelta debe hacerse asumiendo que va a seguir habiendo cierto número de muertos y enfermedades graves como ocurre, por ejemplo, cada ano con la gripe. Pensar en un numero de muertos cero no es realista y significaría seguir viviendo con restricciones indefinidamente. Esto significa que los grupos de riesgo van a tener que tener precaución (de hecho, ya se hace hoy en día y las personas mayores evitar “coger frio” o estar en contacto con otros enfermos para evitar las gripes). Pero sobre todo lo que se debe de evitar es que aparezcan nuevas variantes más peligrosas que nos devuelvan a la casilla de salida. Y para ello debemos usar, a nivel mundial, las formidables armas disponibles de que disponemos: las vacunas y los medicamentos antivirales. El uso de las vacunas, las cuales mejorar con el tiempo para que protejan contra una gama más amplia de variantes, y los antivirales deben ser nuestro escudo contra nuevas y peligrosas variantes. 

Por último, vale la pena mencionar que la mejor manera de evitar que surjan más variantes, más peligrosas o más transmisibles es detener la propagación descontrolada y eso requiere, de manera crucial, la equidad de la vacuna. Cuanto más se replique un virus, mayor será la probabilidad de que surjan variantes problemáticas, muy probablemente donde la propagación sea mayor. La variante Alpha se identificó por primera vez en el Reino Unido, Delta se encontró por primera vez en India y Ómicron en el sur de África, todos los lugares donde la propagación era descontrolada. Por ello, cuanto antes hagamos llegar las vacunas a todos los rincones del mundo, menor será el riesgo. 

En definitiva, pronto volveremos a la vida sin restricciones asociadas al COVID-19, pero pensar que la enfermedad va a desaparecer o qué va a dejar de matar es engañarse a uno mismo. Debemos ser conscientes de que el paso a una endemia no implica que la enfermedad vaya a ser inofensiva. La protección de las personas de riesgo haciendo uso, como ya se hace hoy en día anualmente en el caso de la gripe, de las vacunas será fundamental para evitar tasas de mortalidad altas en los grupos de población de riesgo. Es muy importe que tengamos en cuenta que la endemia no significa riesgo cero. Pero implica una vuelta a la normalidad que todos ansiamos desde hace dos años. Y por supuesto, no olvidemos que hemos llegado a la situación actual gracias a las vacunas y que debemos seguir insistiendo en la vacunación global para que, aunque tengamos la endemia con nosotros, los riesgos para todo el mundo sean mínimos. 

Compartir este post en

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Redes Sociales

Nuevas Noticias

No te pierdas nuestros posts

Suscríbete a nuestra Newsletter

Nada de spam, solo notificaciones de publicación de nuestros científicos.

Categorias