
Todo el mundo tiene claro que las Islas Canarias son de origen volcánico pero, ¿Qué pasa con las Baleares? ¿Tiene este archipiélago el mismo origen que Canarias? En este artículo explicaremos en detalle el origen de este bonito conjunto de islas.
La geografía del archipiélago de las Islas Baleares comprende Mallorca, Menorca, Cabrera, Ibiza y Formentera. En total el territorio tiene 4992 km² y va desde el nivel del mar hasta los 1445 m de altitud en el Puig Mayor de la Sierra de Tramontana de Mallorca. Ibiza está separada de la costa de la Comunidad Valenciana por solo 75 km de mar, esta misma distancia separa Mallorca de Ibiza. Existen diferencias notables en el paisaje de las islas, siendo Menorca y Mallorca más fértiles tanto en flora (con abundante presencia de acebuches y encinas) como en fauna (más abundancia de mamíferos), aparte de ser más lluviosas y frías, a diferencia de Ibiza y Formentera que carecen de vegetación fértil abundando en ellas flora más sencilla y que no requiere tanta agua, como pinos, cactus mediterráneos y sabinas, y una fauna dominada principalmente por aves.
Las Islas Baleares están situadas en el Mediterráneo occidental. Desde el punto de vista geológico, las Baleares se incluyen en el dominio de la Cordillera Bética. Su registro sedimentario se inicia con los materiales del Silúrico-Devónico presentes en la isla de Menorca, de hace unos 400 millones de años y se mantiene continua hasta la actualidad salvo en contadas interrupciones.

Figura 1: mapa geológico del segmento occidental del orógeno alpino.
Constituyen un archipiélago alineado de SO al NE que se asienta sobre un alto fondo o promontorio continental que se adentra en la cuenca mediterránea como prolongación de las Cordilleras Béticas.
Si nos fijamos concretamente en la creación de las Islas Baleares, vemos que son una continuación de la Cordillera previamente mencionada y fue este fenómeno de choque entre placas tectónicas conocido como Orogenia Alpina la que ocasionó los cambios en el territorio que formaron las Islas Baleares en la península ibérica. Fue posteriormente cuando, con las fracturas y el ascenso en el nivel de agua del Mediterráneo, que las Islas se separaron como las conocemos ahora.

Figura 2: posición geológica de las baleares respecto a las cordilleras peninsulares
En el caso de Menorca, que también forma parte de las islas, vemos que su origen no está relacionado con las Cordilleras Béticas, sino que se formó con las Cordilleras Costero-Catalanas, así como los Pirineos. No obstante, se conoce como parte del conjunto de las Islas Baleares, aunque compartan un origen distinto.
Por tanto, las baleares constituyen un bloque de corteza continental que se adentra en el Mediterráneo. El mar surbalear y la cuenca argelino-provenzal están constituidas por corteza oceánica con una capa de sedimentos neógenos y cuaternarios. El mar nordbalear presenta una corteza de tipo intermedio entre continental y oceánica. En el conjunto del archipiélago el espesor de la corteza continental es del orden de 20 a 25 km. Y consiste en un basamento cristalino con una cobertera sedimentaria de 4 a 8 km. de espesor.
En conclusión, las baleares no tienen un origen volcánico como sucede en Canarias, simplemente son una continuación de las montañas presentes en la península ibérica. Por tanto, al no ser de carácter volcánico son considerablemente más viajes que las Canarias.
Estas islas además son muy interesantes desde el punto de vista del turismo geológico ya que tienen una personalidad paisajística y geológica variada y llena de contrastes.
El modelado geológico de las islas ha permitido que en su pequeña extensión se levantes altas montañas, dunas y salinas, vertiginosos acantilados, puertos naturales protegidos del oleaje, manantiales y acuíferos, yacimientos fósiles y quizás más conocido por todos, sus fenómenos kársticos que han producido una espectacular red de cuevas.
Probablemente sea este el factor que las islas deberían desarrollar más con una visión a largo plazo, evitando la estacionalidad de las visitas a las islas y formando organismos de protección para estos entornos como puede ser la formación de un parque natural o incluso un geoparque.

Figura 3: posición de las principales cuevas de las Baleares.
En la figura superior se pueden ver las cuevas principales en todas las islas baleares. Algunas de estas cuevas son realmente lugares bellísimos, modelados por la disolución de las rocas carbonatadas y la precipitación del carbonato cálcico en forma de estalactitas y estalagmitas.

Figura 4: cuevas del Drach con sus espectaculares espeleotemas.
Sin duda estas cavidades constituyen una forma de turismo alternativo, sostenible y contribuyen a la mejor comprensión de la historia geológica de las islas.